martes, 19 de agosto de 2008

Un bundo de fantasía y de color. Rojo y verde.

En mi infancia siempre hubo colores, muchos colores, con nombres y todo. Mis abuelos paternos dibujaban muy bien, especialmente mi abuela, gran retratista, y mi padre se dedicaba a la pintura y el dibujo, con lo que me crié rodeado de cuadros, ilustraciones, lápices pinceles, óleos y libros de arte. Pronto me sentí atraído por los colores, no para usarlos, sino para disfrutarlos, y aprendí a relacionarlos con las cosas que pasaban alrededor.

    Los rojos amenazaban la patria, frase que se repetía mucho en la tele. No entendía en absoluto a que se refería eso, el color rojo me gustaba mucho. Tenía un abrigo rojo y cada vez que me lo ponía me encntraba muy contento, ¿Era yo una amenaza para el país? Nunca lo averigüé.
    El sol se pónía rojo oscuro cuando se acecaba al mar, entonces se diluía en el agua y se reflejaba el mar en el cielo. Siempre que podía me iba a mirar el atardecer a la playa, y si no, desde la ventana de casa. Fui descendiendo la frecuencia de la contemplación, pero nunca la ha abandonado.
    Una vez se me puso la cara llena de cosas rojas, fue sarampión. Más tarde me aparecieron manchas un poco más grandes, parece que soy alérgico a las sulfamidas y casi la palmo, no recuerdo que me afectara mucho cuando me lo dijeron.
    La sangre es roja y más oscura cuando es de una vena que cuando es de una arteria. Cuando me enteré de eso, antes de hacer otra cosa, miraba el color de la sangre que me goteaba de alguna de las muchas heridas que me hacía para ver de donde salía, observé que había que mirarla cuando aún corría, porque enseguida cambiaba de color y no se sabía si si te habías cortado una vena o una arteria.
    Cuando el verano se acababa los días eran más rojizos, en el calendario sabía que ya se estaba acabando, pero en cuanto notaba que uno era más rojo que los anteriores me alicaía y me ponía mohíno.
    El rojo es el color más difícil de combinar en un cuadro. Creo que fue lo único que aprendí de pintura en toda mi vida.
      Los tomates, las sandías por dentro, las fresas, las manzanas y las cerezas. Las amapolas y las mariquitas. La noche de San juan. La cara de los turistas. El verano es rojo, eso pensaba. También pensaba en los masones y los judíos cada vez que pensaba en el rojo, pero no sabía muy bien porqué.

      El mar a veces se pone verde, cuando eso ocurre es mejor tener cuidado. Las olas te podían llevar en verano, y en invierno simpre estaba un poco verde antes y después de una galerna. Después de la galerna además la playa estaba verde de algas. Las algas en la playa siempre me dieron un poco de asco desde que descubrimos a un perro ahogado envuelto en ellas, por suerte no era René. A partir de entonces siempre que nadaba entre algas tenía un poco de aprensión por lo que pudieran haber atrapado.
      Los montes no siempre estaban tan verdes como los parques, pero al acabar el invierno todos los montes se ponían verdes, en todas partes. Cuando veía esto me empezaba a poner contento pues sabía que las vacaciones de verano estaban ya a la vuelta de la esquina.
      "Verde, que te quiero verde" no sabía el significado de esa frase, un día me recitaron el poema, esfuerzo inútil, acababa de aprender qué era una metáfora en el cole leyendo un párrafo de "Pinocho contra Chapete", y claro el barniz de cultura que me otorgó tal lectura era muy fino y fresco cómo para entender la poesía de Lorca, imagínate el comprenderla. Di las gracias y me olvidé del tema.
      Los chistes verdes. Unos los entendía, otros no. Lo que más tardé en entender era porqué se me ponía la pirola dura cuando los contábamos. Pero aún no se porqué se les llama verdes, algún día supongo.
      La hierba, los saltamontes, las lagartijas, los árboles del parque, los bosques, las silveiras los toxos, todo es verde en primavera.

    4 comentarios:

    Raymunde dijo...

    Me inspiró mucha ternura tu comentario, Fonsito. Y me parece que tus recuerdos se parecen a mis sueños: todo en colores vivos.

    Un abrazo

    Fonsito dijo...

    Es curioso, mis sueños de niño eran en la mayoría en B/N, pero los recuerdos en color y luz. :)

    Offtopic:
    Así que para esto sirve la moderación de comentarios. Como el post estaba publicado hace algunos días me alerta, y de esta manera estás atento a los comentarios de posts antiguos.

    Raymunde dijo...

    Pues mira, conmigo pasa justo al revés: hay un desmadre de colores en mis sueños, pero mis recuerdos parecen remontarse a la década de los 50: van todos en blanco y negro.

    Y sí, la moderación sirve eso y tb para dar tu visto bueno a todo lo que aparece en tu blog. Es un buen remedio contra las cuentas spam que pueden hacer estragos a veces.

    Abrazo

    FabuMona dijo...

    Pasé a dar una vuelta en agradecimiento a tus siempre bienvenidos comments y descubrí que tienes otro blog en ... ¡¿sánscrito?! ja ja ja
    (después de tomar una aspirina, continúo)

    El rojo es mi color favorito, se me hace que por dentro soy todita de ese color. Cuando estoy inflamada por la cólera o la pasión suelo tomar tintes anaranjados con chispas amarillas, pero cuando estoy en plena pocesión de mis dominios hay una gota de azul que se cuela por ahí. En cuanto descubra más tonalidades te paso la voz.
    ;?)